espero que estas vacaciones podamos ponernos al día en las tareas ¡ánimo!

lunes, 16 de mayo de 2011

"Mis vaciones en Cuautla, Morelos"



SESIÓN 4
PRODUCTO: 1      Narrativa sobre Emiliano Zapata




Mis vacaciones en Cuautla, Morelos

Se iniciaba el curso escolar 2010-2011, Georgina comenzaba el tercer grado de secundaria, y en la clase de historia, la maestra le habían pedido un trabajo sobre algún personaje de la independencia o de la revolución mexicana. La forma y el modo para tratar el personaje eran libres, pero tenía que apegarse a hechos históricos reales, por lo que también tenía que investigar, así que tenía la oportunidad de hacer algo que realmente le gustaba: utilizar su imaginación y creatividad.
Después de pensarlo un poco,  Georgina se decidió por su personaje; hablaría sobre Emiliano Zapata, esto le resultaría más fácil pues unos meses antes, en el verano, Georgina y su familia habían  pasado unos días en Cuautla, Morelos.
 Su tía Guadalupe, junto con su familia, llevaba un año viviendo allí y tenían el mismo tiempo de no verla.  Por lo que este viaje resulto maravilloso para todos, las dos familias convivieron y  la pasaron  de maravilla. Todavía estaban muy frescos los recuerdos de esas vacaciones., pero eso no era todo;  había visitado Anenecuilco de Ayala, el pueblo donde había nacido y crecido Emiliano Zapata.
 Ahora que lo pensaba, se reía para sus adentros, pues su padre siempre que viajaban a algún lugar aprovechaba que sus hijos aprendieran algo de ese lugar, ya fuera algún hecho histórico o simplemente aprender algo interesante sobre la ciudad o la región donde fueran.  Don Fernando (el padre de Georgina), siempre les decía a sus hijos que era importante conocer la historia de su país.
La historia de Georgina comienza así:
“En agosto pasado mi familia integrada por mis padres,  mi hermano y yo viajamos al estado de Morelos, nuestro viaje fue principalmente una visita familiar pues teníamos un año de no ver a mi tía Lupe y a mis primos.
Al día de siguiente de nuestra llegada apenas terminamos  el desayuno, las dos familias nos dirigimos  al pueblo de Anenecuilco, del municipio de Ayala,  lugar donde nació y vivió sus primeros años Emiliano Zapata. Ya una vez en el pueblo nos trasladamos al museo, pues según la tía Lupe ese lugar es parte importante de “la Ruta de Zapata”.
El museo es una construcción moderna  y sencilla,  pero bonita. En un costado de la entrada se puede ver un colorido mural dedicado a Zapata y lo más interesante es que al costado sur se puede apreciar  las ruinas de la casa donde nació.
Al entrar al museo el guía nos fue conduciendo de una sala a otra y en cada una nos enseñaban cosas  interesantes sobre el pueblo, fotografías antiguas de Zapata, armas, herramientas y otras cosas. También había algunas vasijas, figuras y juguetes de cerámica prehispánicos.
A mi hermano le encanto ver las carabinas (un tipo arma, como los rifles) y a mi prima y a mí las radiolas de esa época.  Algunas cosas habían pertenecido a la familia de Zapata y otras muchas cosas que seguramente habían sido de uso común en aquella época. El guía nos dijo que estos objetos habían sido donados por la gente de la región
También nos proyectaron un documental con los personajes de la revolución y al final un video de la gente del pueblo que contaba de cómo eran las condiciones de vida en esa época, y sobre todo los testimonios de aquellas personas que conocieron a Zapata o tenían algo que decir sobre él.  Según escuché la mayoría de los personajes son de ese mismo pueblo.
Nunca me imaginé que existieran tantas fotos y videos de la revolución, aunque muchos sin sonido pero nos narraron  algunas anécdotas de su vida y sobre todo aquella de cuando Zapata, aún niño, encuentra llorando a su padre y este le pregunta de la razón de su llanto y su padre le contestó: _ porque me han quitado mis tierras_ a lo que el pequeño Emiliano le dice: _papá cuando este grande haré  que te devuelvan tus tierras_. Ahora creo que ese acontecimiento marcó la vida del que sería el “caudillo del Sur”.  Él siempre vivió para ayudar a los campesinos, para devolverles sus tierras. Esa fue una de las causas de la revolución, pues durante el largo gobierno de Porfirio Díaz los campesinos se habían quedado sin tierras y las pocas que tenían eran las más pobres para la agricultura.
El testimonio que más nos interesó fue el de un viejito que aseguraba que el cadáver de Zapata que fue expuesto en la ciudad de Cuautla no había sido en realidad el cuerpo de Zapata. Juraba que en ese entonces mucha gente estaba convencida de eso, pues se pensaba que había sido un “doble” del general Zapata, (después le preguntamos a la tía y a mi papá sobre el asunto pero no nos pudieron sacar de la duda sobre si había sido cierto o no). Solo nos comentaron que era lo que la mayoría del pueblo quería creer.
Al terminar la visita, salimos y pudimos ver las ruinas de la casa donde había nacido el general Zapata. La construcción original es un corredor y dos piezas a base de adobe, puertas de madera y el piso de tierra, techo de zacate con morillos. En esa casa vivió Zapata con sus padres y  ocho hermanos, nos dicen que la casa estuvo habitada por una de las hermanas de Zapata hasta 1931.
Salimos del museo y nos dirigimos hacia la hacienda Chinameca, en este lugar fue conducido Zapata, bajo engaños y fue asesinado.
Según nos dijeron Jesús Guajardo había sido el encargado de traicionar y asesinar a Zapata, pues este no quería rendirse ante el presidente Venustiano Carranza. Este episodio estuvo bien planeado, pues Guajardo había simulado algunos ataques a los federales en los que murieron algunos carrancistas y le había regalado un hermoso caballo llamado: el “As de Oros”.  
Finalmente, Guajardo le ofreció al general 20 mil cartuchos; y lo citó en Chinameca. El 10  de abril de 1919,v Zapata se dirige con su tropa a la hacienda, pero solo él y su escolta (de cuatro personas) entran. Apenas habían traspasado la entrada, le disparan a quemarropa. En esta trampa murió también su ayudante Palacios y otros dos escoltas de Zapata. Actualmente en este lugar hay una impresionante escultura del Caudillo del Sur.
Finalmente nos fuimos a comer a un restaurante del pueblo y después nos regresamos a Cuautla, estábamos cansados pero contentos pues habíamos paseado y aprendido sobre la historia de nuestro país”.



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